Literatura digital
Una disciplina cultural que está viviendo una expansión inusitada desde la llegada de Internet es la literatura. Los clásicos en dominio público están gratis a golpe de clic y los libros contemporáneos tienen un coste menor (aunque a veces no lo suficiente) que la edición en papel. Hasta hace unos años estábamos presos de los dispositivos: el gigante Amazon lanzó el Kindle, un lector digital de bajo precio que permitía leer mediante la tecnología de la tinta digital, mientras que la competencia desarrollaba otros aparatos para la lectura digital de otras tiendas online. Pero ya desde hace un tiempo los dispositivos se han universalizado y libros de tiendas como Amazon o Rakuten Kobo los puedes leer en cualquier tablet a través de aplicaciones nativas. También hay aplicaciones de terceros que permiten leer libros en formato ePUB o PDF de forma enriquecida.
La creación de libros digitales
Además, esta democracia ha venido a ayudar a los que estamos al otro lado. Los escritores que creemos en nuestra obra tenemos a nuestra disposición las herramientas de creación de libros digitales: ya sea un simple documento de Word bien etiquetado, un documento un poco más preciso realizado con Sigil o libros multimedia muy fáciles de hacer con la herramienta de Apple iBooks Author. Eso sí, no se debe olvidar que los libros, electrónicos o no, deben pasar una lectura editorial, corrección de estilo y ortotipográfica, para que el plus de calidad avale cada título. Y una cosa más importante que no debemos dejar de lado: la portada, que, siempre que podamos, debemos dejar a un profesional. Con esto, en tiendas como Amazon, Kobo, La Casa del Libro o iBooks de Apple estás en condiciones de publicar tu manuscrito. Ahora bien, el autor se tiene que ocupar también de la promoción y la venta. Pero ese es otro cantar.
Relatos hechos App
Volvamos al otro lado, al del lector. Aparte de los formatos universales que acabamos de comentar, también ha habido empresas que han apostado por crear libros de relatos a través de Apps nativas. Este es el caso de la empresa iClassics que ha enriquecido la experiencia de lectura de grandes literatos en aplicaciones como iDickens, iDoyle, iLovecraft iWilde o iPoe. Lo cierto es que la experiencia es magnífica y se aprecia todo el trabajo de diseño y programación que hay detrás. Los creadores lo llaman “lectura inmersiva” y ofrecen, además, ejercicios y actividades que acompañan a las aplicaciones. Su precio es de 3,99€ por cada relato y están disponibles en la Play Store y la AppStore. Aquí te dejo un vídeo donde puedes ver el resultado:
Libros antiguos
De las modernas Apps literarias nos vamos al otro extremo: la lectura de incunables. Las grandes bibliotecas mundiales como la Biblioteca Nacional de España, la Biblioteca Nacional de Francia o la Biblioteca Bodmeriana son algunos ejemplos de grandes instituciones que se han puesto manos a la obra para digitalizar sus fondos. Con esto conseguimos varias cosas: el acceso democrático a auténticas joyas de la historia de la literatura universal así como la conservación de los libros que continúan custodiados en condiciones óptimas de humedad y temperatura para que no se deterioren.
Luego están los portales web que te ofrecen millones de libros, o gratis o por un pequeño importe. Este es el caso, por ejemplo, de Scribd, al que llaman el YouTube de los libros. Ojito aquí, pues estos amigos son bastante piratas. Una de las condiciones que te ponen para descargar libros gratis es que subas tú cinco documentos. Por ello la gente sube a discreción todo los libros digitales que tiene. Allí no se preocupan de derechos ni de nada. Yo he visto que hay libros míos allí y nadie nunca me ha contactado. En este sentido, señalar también que hay herramientas como grupos de Telegram en donde puedes bajarte gratis todos los títulos más recientes de las principales editoriales. Sí, piratería de la buena. Yo fui también damnificado por ello en el proyecto de la revista Mistérica que, nada más subirse a las plataformas ya estaba pirata en mil sitios. En fin.
La otra cara de la moneda es Archive.org. Aquí sí que tenemos material del bueno y con garantías de cumplimiento de derechos. Hay infinidad de recursos multimedia pero aquí nos centramos en su sección de libros digitalizados que es espectacular. Recomiendo efusivamente esta página para los investigadores.
Y ya, como última herramienta a citar para investigadores tenemos una especie de red social de artículos académicos que es Academia.edu. Está muy bien porque en función de tus búsquedas, cada poco tiempo te recomiendan papers de tu interés. También se ocupan de asignar los trabajos académicos de tu autoría y, si eres socio de pago, puedes ver además todas las veces que has sido citado. De acuerdo que esta es una herramienta puramente académica, pero los papers, en su mayoría son de mucha calidad.
Y aquí me despido por esta temporada. Estaré de vacaciones los meses de julio y agosto para volver con más fuerza. Todos los años, en esta despedida, os pido ayuda a los suscriptores para mejorar en la próxima temporada. Así que te estaría muy agradecido si respondes a esta breve encuesta que te dejo:
Patrimonio Digital — docs.google.com Encuesta para los seguidores del boletín Patrimonio Digital
Muchas gracias por tu tiempo y tus opiniones y nos leemos a la vuelta del verano. Que lo disfrutes.
Un abrazo.
Pedro Ortega