Queridos amigos y amigas: para despedir esta temporada de “Expertos en Patrimonio Digital” me voy a tomar una licencia. Hace ya algún tiempo expuse aquí la primera parte de la entrevista que María Solano G. me hizo para la web de Artgonuts. Pues bien, para despedirme antes de vacaciones te voy a mostrar mi cara oculta, y nunca mejor dicho. Y es que como Doctor en Historia del Arte y amante del misterio, he trabajado temas de frontera como son las sociedades secretas, los artistas ocultistas, las historias secretas de Madrid o el nacimiento del Tarot en el Renacimiento. Así que si te interesan estos temas, aquí te expongo mi punto de vista. Ojalá sea de tu interés.
Ocultura o cultura
¿Cómo comenzó tu viaje por el mundo gótico y cómo ha influenciado esto en tu vida personal y profesional?
Desde joven, me vi atraído por la música gótica y su estética y este interés se manifestó en todos los aspectos de mi vida: en mi forma de vestir, en mis gustos musicales, en mis proyectos creativos y profesionales. Fundé y edité la publicación ‘Maldoror’ con mi amigo Alberto Monreal, inspirada en ‘Los Cantos de Maldoror’ de Isidore Ducasse, una obra que captura el espíritu del surrealismo y lo macabro, y resuena profundamente con el aura oscura y enigmática de la cultura gótica. La revista comenzó como un fanzine distribuido en fotocopias y evolucionó hasta ser vendida en kioscos, fue toda una experiencia. Igualmente, estuve implicado con la asociación ‘Besarilia’ y la organización de congresos sobre arte, literatura y cultura gótica urbana, tuve una profunda dedicación a explorar y promover estos temas en un contexto más académico y cultural.
Mi amor por lo gótico no se limita a un hobby; ha sido una fuerza motriz en mi vida, ha guiado mis intereses académicos hacia la historia del arte y se ha fusionado con mi carrera profesional, donde he buscado constantemente formas de integrar este interés con mi trabajo en patrimonio cultural y proyectos digitales. Mi viaje por lo gótico ha sido, y sigue siendo, una exploración continua de la estética, la literatura y la música que definen esta cultura, y una fuente inagotable de inspiración para mi trabajo y mis proyectos personales.
Y en cuanto al ocultismo, ¿cómo se relaciona esto con tu amor por lo gótico y de qué manera ha influenciado tus proyectos?
Mi atracción hacia el ocultismo o, mejor dicho, la ocultura (como le gusta decir al escritor Javier Sierra) se entrelaza estrechamente con mi amor por la cultura gótica. El ocultismo, con su riqueza de símbolos, historias y misterios, ha sido una fuente constante de inspiración y curiosidad a lo largo de mi vida. Particularmente, en profundizar en el conocimiento de lo desconocido y compartir esas exploraciones con otros. Proyectos como la revista digital y el programa de radio ‘Mistérica’, en los que estuve profundamente involucrado, son ejemplos claros de cómo he buscado difundir temas relacionados con el misterio, lo mágico y el ocultismo, siempre con un enfoque respetuoso y académico y desde un punto de vista cultural.
Además, mi trabajo académico y las publicaciones en las que he colaborado aparte de Mistérica (Jot Down, Mercurio o Historia National Geographic) frecuentemente tocan aspectos del ocultismo, desde la simbología del tarot hasta la historia cultural de prácticas y creencias esotéricas. Claramente es un interés de nicho, pero nos da una ventana a comprender lugares más profundos de la cultura y la historia humanas.
y entendimiento, un camino que me permite explorar las conexiones entre la cultura, la historia y los misterios no resueltos del mundo. Es una pasión que complementa mi amor por la cultura gótica, y juntos, estos intereses forman una parte integral de quién soy.
Nota del entrevistador: Durante esta conversación de un poco más de una hora, no pude hacer otra cosa que tirar el libreto y entregarme a oír anécdotas, historias y curiosidades.
Mistérica Radio Secreta
En este entramado de proyectos que ha sido mi vida, hay uno especialmente significativo que compartí con mi compañera de vida, mi mujer Belén Doblas. Unidos por nuestra fascinación por el misterio, aquel que despierta la curiosidad y reta la explicación, nos lanzamos a crear algo juntos. Inspirados por programas como ‘Cuarto Milenio’, soñamos con tener nuestro propio espacio para explorar esos enigmas que tanto nos atraían.
La idea tomó forma concretamente como una revista digital, proyecto que arrancamos después de realizar un máster juntos, en un momento donde nuestra relación daba un paso hacia algo más serio y comprometido. Nuestra revista, ‘Mistérica Arte Secreta’, fue el resultado de este sueño compartido. Durante cuatro años, editamos y publicamos ediciones llenas de misterios y relatos fascinantes. Aunque quizás no alcanzamos la fama mundial, para nosotros fue un éxito en cuanto a la realización personal y el compartir nuestra pasión con el mundo.
Pero como suele suceder, la vida tenía otros planes. La revista dio paso a un programa de radio, ‘Mistérica Radio Secreta’, una evolución natural de nuestro proyecto inicial que nos permitió conectarnos de una forma diferente con nuestra audiencia. Este cambio marcó un nuevo capítulo en nuestra aventura conjunta, llevándonos por caminos inesperados de éxito y aprendizaje. Sin embargo, dos eventos fundamentales nos llevaron a cerrar ese capítulo: la llegada de la pandemia y un evento aún más transformador, el nacimiento de nuestra hija, Violeta. Este giro nos situó ante una nueva aventura, posiblemente la más grande de todas: la familia.
El Cuadro del OVNI en Sighișoara
Durante nuestro viaje a Rumanía en 2018, uno de los destinos fue Sighișoara, lugar famoso por ser el lugar de nacimiento de Vlad Tepes, también conocido como el Drácula histórico. Sin embargo, lo que realmente capturó mi atención no fue la leyenda de Drácula, sino un hallazgo inesperado en una de las iglesias locales. Sabía de un cuadro del siglo XVII, extraordinariamente fuera de lugar, que representaba una especie de OVNI desplomándose sobre el tejado de una iglesia. Este detalle me resultó familiar, como si ya lo hubiera mencionado en algún artículo de misterio anteriormente. Movido por la curiosidad, decidí investigar más.
Con la fotografía del cuadro en mi móvil, me dirigí a la iglesia, determinado a ver la pintura por mí mismo. La iglesia tenía unos símbolos bastante inusuales y misteriosos para la época, lo que aumentaba mi intriga. Al encontrar a los cuidadores, les mostré la imagen en mi móvil, explicándoles, en mi mejor inglés, el propósito de mi visita. A pesar de las barreras lingüísticas y su inicial reticencia—pues me indicaron, de manera un tanto evasiva, que ese cuadro no estaba disponible para ser visto por el público—logré convencerlos de la importancia de mi petición.
Finalmente, cediendo ante mi insistencia, me condujeron a través de una serie de pasadizos que parecían sacados de otra época, hasta que finalmente, ante mis ojos, se reveló el cuadro. La obra era conocida como ‘La Rueda de Ezequiel’, haciendo alusión a un pasaje bíblico. Sin embargo, lo que tenía delante era algo que desafiaba toda explicación convencional: un pintor del siglo XVII había representado un aparato metálico que tenía un aspecto de OVNI, un concepto completamente extraño para su tiempo.
Tras las huellas de Leonardo en Madrid
Uno podría preguntarse si Leonardo da Vinci, el genio florentino, alguna vez pisó Madrid. Aunque nunca estuvo físicamente aquí, la influencia del imperio español y el afán coleccionista de los monarcas nos han dejado rastros de su genialidad en la ciudad. Inspirado por esta conexión invisible, decidí embarcarme en una exploración única, titulada ‘Tras las huellas de Leonardo en Madrid’, como parte del programa de radio.
La primera huella se alberga en el Museo del Prado: una copia de la Gioconda, que durante años se creyó una réplica tardía hasta que una restauración reveló un paisaje sorprendentemente idéntico al del cuadro original de Leonardo. Este descubrimiento, ocurrido entre 2011 y 2012, nos dejó boquiabiertos al confirmar que la Gioconda del Prado fue pintada en el taller de Leonardo simultáneamente a la creación del original. La observación detallada de la pintura nos permite apreciar el sfumato, esa técnica revolucionaria de Leonardo, aplicada con tal maestría que incluso se perciben correcciones del maestro a su alumno. La historia de cómo esta obra llegó a Madrid se pierde en el tiempo, pero sabemos que formó parte de la colección real ya en 1666, marcando un hito en nuestro patrimonio artístico.
La segunda huella está en el Museo Lázaro Galdiano: el ‘Salvador joven’, atribuido al taller de Leonardo. Esta obra encapsula el ideal estético de la androginia, tan caro a Leonardo y sus contemporáneos renacentistas. Esta fascinación por personajes de género ambiguo, reflejo de las reflexiones humanistas sobre la divinidad y la naturaleza humana, encuentra en esta pintura un ejemplo claro, sumergiéndonos en los debates filosóficos de la Florencia del siglo XV.
Finalmente, los Códices de Madrid I y II, conservados en la Biblioteca Nacional, son la evidencia directa del ingenio de Leonardo. Estos volúmenes, compilaciones de textos y dibujos sobre temas diversos, desde la ingeniería hasta la música, escritos en su característica escritura especular, nos revelan la mente inquieta y prodigiosa de Leonardo. Su llegada a Madrid, a través de las manos de Pompeo Leoni y posteriormente a las colecciones reales, nos brinda un vínculo tangible con el maestro del Renacimiento. Hoy, gracias a la digitalización de la Biblioteca Nacional, el legado de Leonardo es accesible para todo el mundo, permitiéndonos sumergirnos en su mundo revolucionario desde cualquier rincón del planeta.
Cada pieza, cada documento que podemos rastrear hasta Leonardo en Madrid, no es solo un testimonio del pasado, sino un puente hacia el entendimiento de uno de los mayores genios de la humanidad, cuyo legado trasciende el tiempo y el espacio, invitándonos a explorar, a preguntar y, sobre todo, a maravillarnos.
EL ESTUDIO DEL TAROT
Para despedir este boletín quería hacerte partícipe de mi última investigación: tras la publicación en 2019 de mi libro El Tarot de Mantegna y la sabiduría arcana del Renacimiento, estoy preparando un nuevo manuscrito sobre la historia del Tarot desde la perspectiva de la historia y la simbología. Pretendo devolver la dignidad a una creación artística, lúdica y oculta que nació en el Renacimiento y sobre la que se ha hablado mucho sin conocimiento y por ello, en general ha sido denostada. Mi postura es la de un investigador que opina que conocer las disciplinas ocultas a lo largo del tiempo nos ayuda a entender mejor la realidad histórica, pues parece que el mundo académico ha borrado de un plumazo todo lo que huela a esoterismo.
Sé que muchos de los que me seguís estáis interesados por estos temas, así que aquí os dejo un boletín que voy a retomar en septiembre y al que os invito a suscribiros si es que el tema os interesa. Aquí lo dejo:
Y casi hemos terminado. En los próximos días os dejaré una encuesta en el boletín para que me ayudéis a mejorar en la nueva temporada. Espero poder seguir ofreciéndoos contenidos de calidad y ajustados a vuestros intereses.
Y aquí se despide tu amigo:
Pedro Ortega